Distinciones: Ganador del Primer premio nacional de poesía "Carlos Héctor Trejos" Riosucio Caldas 2002, con el libro "Las Alas del Súbdito." Premio Nacional de Poesía "Descanse en Paz la Guerra" con la obra "Música Para Desplazados," convocado por la Casa de Poesía Silva de Bogotá en Mayo 23 de 2003 Segundo Premio Internacional de poesía convocado por la Universidad De San Buenaventura, con el libro Las Manos de La Noche Cali Abril de 2007 Premio Nacional de Literatura Ministerio de Cultura de Colombia 2009 con el libro de cuentos Ladrón de olvidos
Ha publicado: La Alas del Súbdito (Poesía) La Línea de Menta (poesía) Mirar Otro Mar (Poesía) La Sonrisa Trocada (Relatos) Emprender la Noche (Poesía) Las manos de la noche (Poesía) En la web:
Instalada en el aire teje la transparencia, atrapa vuelos en la urdimbre y amortaja con sedas claras, las víctimas de su ingenio invisible.
Amanece,
la lluvia y el sol han hecho de su red una gran lámpara: pendiendo de los hilos del aire miles de gotas atrapan la luz, el collar de cuentas líquidas relumbra,
arañando el aire por una hebra libre sube al milagro.
Restauración
Nave donde viajan los sueños fuego donde se cocinan los días mansa estación amparo de intemperies en su luz restaurada florecen las palabras
Sobre frescas baldosas nuevos pasos pasan la brisa doméstica en el patio entretiene la tarde están en el hombre las pisadas de arroz de la torcaza
las manos del muchacho son de música la voz de Pablo conoce los zócalos bermejos
y las blancas alturas encaladas. La casa, mansa estación de horas serenas
de olvidos y fulgores de llegadas tardías…
la razón oscila abraza desvaríos la mañana tal vez la lluvia escampará en la tarde
tal vez el sol riegue las flores, al fondo cantan, la jaula vacía una sombra asustada en el pecho
un corazón toca la seda.
A Horacio Benavides
Sueño del injusto
Les he visto abatidos bajo la sábana de alguna vecina ocultos ya los actos del silencio libres de los designios del cielo la huída sin pausa concluida. La veloz furia sosegada. Los tatuajes y las cicatrices medallerías de la breve carrera, serenos, afín plácidos, cubiertos por el sudario del silencio he visto a los muchachos en la paz del pavimento.
Motel Santa Bárbara
La portera Indica el lugar a los amantes, espera a que el auto entre, cierra la puerta… cansada en el fondo de la noche dormita entre gemidos, música de placeres, quejumbres, ahogamientos…
sueña: Un muchacho le canta, sueña su alegría y su risa respirándola, sus aguas se incendian un vuelo la recorre el coro de felices lamentos la despierta, no sabe ya, si será de ella el sonido de esa dicha.
Visita conyugal
La muchacha va a la visita conyugal lleva un tesoro oculto en su vientre después de ser sellada pasa la primera puerta, manos de centinela la tocan le miran los pechos, revisan sus nalgas, requisan su sexo, La dejan seguir… Llega a la segunda puerta.
Pronuncia el nombre de su hombre, él viene por ella.
En la celda sacan de su adentro una sustancia exquisita.
La fuman… retozan Él la sella con sus labios mira sus pechos, las manos que aguardaron la tocan revisa sus nalgas, requisa su sexo traspasa la puerta, pronuncian sus nombres, algo se libera…
La muchacha sale de la visita conyugal, no sabe que lleva un tesoro oculto en su vientre.
Grumete
Aquí, mientras arde la noche comprendo: sólo fui un tripulante más de tu espléndido cuerpo que viaja a la deriva.
Tomados de las manos
Hace años las ardillas viajaban de la costa atlántica a la costa pacífica, de rama en rama sin bajar al suelo. Era cuando los árboles estaban tomados de las manos jugando a la ronda de los bosques.