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16/12/09

Álvaro Burgos Palacios




Nació en Bogotá. Vive y trabaja en Cali.
Magister en Estudios Políticos, Pontificia Universidad Javeriana, Cali. Especialista en Mercadeo de la Universidad Icesi, Cali. Abogado de la Universidad del Cauca, Popayán.
Se desempeñó como director de Comunicación y prensa de Tecnoquímicas, Cali.
En poesía ha publicado Algarabía, Ediciones El canto de la cabuya, Cali, 1991. Aparece en Quién es quién en la poesía colombiana, Ministerio de Cultura, El Áncora, Bogotá 1998; Antología de la poesía colombiana, Biblioteca Familiar, Presidencia de la República, 1996; Panorama (inédito) de la nueva poesía en Colombia, Procultura, Bogotá, 1986; Antología de grandes reportajes colombianos, selección de Daniel Samper, cinco ediciones; Obra en marcha, La nueva literatura colombiana, Colcultura, Bogotá, 1975 y Cesta de recuerdos y otros cuentos, Instituto Cultural de Popayán, Popayán, 1974.
Elaboró en El Tiempo, abril de 1967, la primera antología que bautizó la Generación sin nombre.


 Fuego soleado

Como curvatura de violín
se dibujó tu cintura,
camino al lecho bajo el sol.
Despreocupada y feliz,
regalabas,
como un don bajo el fuego soleado,
la belleza de tu cuerpo,
apenas descubierto.
Lo sabías.




Habitaré tu cuerpo

Tú, la que congregas las aguas;
La que escoge arenas como disponiendo un lecho;
La que hila cadáveres de mariposas;
Enraiza las semillas y practica el hondo rito.

La mujer exacta para guardar con ella los cofres de la memoria
Y partir navegando
Como si tras la verificación del dolor,
El itinerario de abandonadas noches,
El inclemente filo de la angustia que
Se agazapó por las paredes,
Enunciara
el primer augurio:
Esta subordinada aceptación de la soledad.



Como un caballo de reyes

Estoy imaginándote entrar al agua.
Me basta el nombre de tu cuerpo,
la soberana presencia de tu nuca
que todo lo gobierna. Para que estallen piernas y senos contra la gobernada marea que todo lo hará diamantes de oro.
Te veo como si cada pierna poseyera
el fuste de un templo del alto Egipto
y las cóncavas vehementes de tu cintura fueran los recodos de una virgen núbil escapada sobre un caballo de reyes.
El empuje de tus caderas puede arrastrar un buque de madrugada.
No he terminado de morir
por el vigor de tus nalgas esféricas
o la indócil cobertura de tu cabello.
Para viajar por las honduras de tu vientre sólo tengo que ver el engranaje
que concluye en tu ombligo.
Para saber de ti,
debo alzar la mirada
encima del océano
y eres toda poder, toda belleza,
toda alegría de estar viva.



18/11/09

Germán Cuervo


Nació en Cali. Ha vivido principalmente en Bogotá, Berlín, Barcelona. Actualmente reside en el  macizo andino, en una cabaña colgada de una montaña.
Ha obtenido varias distinciones literarias, entre otras, el premio de poesía Jorge Isaacs,  2006.
PUBLICACIONES
-       Los indios que mató John Wayne, cuentos Editorial Oveja Negra, 1985.
-       Historias de amor, salsa y dolor, antología de cuentos de escritores salsómanos, Cuervo Editores 1989.
-       El mar, novela, Plaza & Janes, 1994 ( segunda edición Universidad del Valle 2007)
-       El viento en la balanza, premio de poesía Jorge Isaac 2006.
-       El sofá, poemas, editorial Perro que ladra 2009.

   

POEMAS BAJO LA LLUVIA     


NO ME HALLABA


no me hallaba en ninguna
parte bajo la lluvia                                                                           
la tarde sumergida se
refrescaba en un dichoso fango de hipopótamo                
caminaba entre estacas                                                                  
invulnerables
siguiendo el rastro del calvo elefante                                               
el payaso bajo el carromato
lloraba
por los devaneos de la mujer araña
mi corazón flotaba en un desierto de aserrín
me hallaba donde ya no
se hallaba el circo

      EL PARAGUAS Y  LA MANO

el hombre no se halla bajo la lluvia
desaparece debajo del paraguas
la mano se halla bajo el paraguas
en el aire navega sola
con nado de pato en el hueco de miedo
la mano se aferra al paraguas para no caer

AGUA CERO

las nubes escuchan el ruido de la montaña
mientras llueve se detiene
el trazo perentorio del día
espero que escampe en casa de la tejedora
sólo oler, escuchar cómo se va mojando esta tierra roja           
nada más que hacer
solo oler y escuchar
la lluvia monocorde y monotemática
la danza de los techos y la ciudad
las puertas se abren a otras
las ventanas a otros puertos
a otros paisajes
en esta diáfana paciencia se inclina
un abanico en bandada de loros
sobre el firmamento  de nácar, en silencio
en profundo espejo
hay un río abundante en el corazón

                     ( Los poemas Bajo la lluvia, fueron tomados del periódico Viviendo Santa Helena)                                                                                             


9/11/09

Ana Milena Puerta



Comunicadora social caleña, con especialización en Gerencia para las Artes. Ha publicado los siguientes poemarios: Acto de Palabras (1986, Ediciones Museo Rayo), A contrapelo (1992, Ediciones Universidad del Valle), Galaxia triste (2002, Ediciones Universidad del Valle) y De parte del Amor y de la Guerra (2007, Cuadernos de Poesía, Universidad Nacional). Libro de relatos: Memorias en el Cuerpo (2007, Médicos Sin Fronteras-Bélgica).
Premios: Premio Internacional de Poesía Erótica (2000, Fundación Plexus), Primera Mención Concurso El Brasil de los Sueños (2007, IBRACO) categoría cuento.


(De parte del amor y de la guerra)


POEMA DE AMOR


Este es un poema de amor
para un almendro
que quiere ir de cabeza
por mi ventana
y recordarme
la infancia de patios con almendros
y caracoles de tierra
donde una niña degollaba hormigas
atraídas por el azúcar
de sus manos.
Este almendro salado
- que mira al mar-
reconoce
los ojitos asesinos
de una infancia verde
que ahora
tengo instalada en el sol
abrazador de sus hojas.
Como si de esos días
solamente nos separara
media hora.




BIENVENIDA

Soldados:
La guerra no terminará antes que sus cuerpos.
Pueden dar aviso a mujeres, novias y amantes
a las soñadas y a las reales,
porque no llegará a sus regazos
ni una partícula de piel intacta;
la guerra es el destino, el camino y el fin.
Y es larga,
más extensa que todos nosotros.
La guerra nos consumirá con su canto de fusiles
nos despojará de emociones
tan banales como el amor;
solitarios y en alerta siempre
serviremos a sus intereses
y volcaremos en ellos
la pasión, la rabia, el odio y el dolor.
Bienvenidos a la guerra.
Ella premiará con honores y medallas
la existencia trunca
                                de su generación.




NOTICIAS DEL FRENTE


Dijeron que era de Bazora
o de Mapiripan,
que cayó en el combate
de manera accidental.
Tenía hijos y un perro
sembró flores
cantó a sus niños en las noches
y planchó miles de veces las camisas;
hizo de la pobreza su estación,
con la miseria sonrisas
y panes tiernos en las mañanas.
Dijeron que era del Chocó
o de Bagdad
que todo fue un error militar.
Pero no lograron engañarnos:
Esa mujer tendida en su sangre
somos nosotros y no población civil
como dicen que se llamaba
como nos quieren nombrar
para sepultarnos en una cifra
en un indicador
de sus derrotas.




8/11/09

Blanca Helena Muñoz Salazar


                               




Licenciada en Artes. Univ. Católica Femenina de Manizales.


Publicaciones en:

Revistas Plenilunio, Peldaños de arena y Boletín El Palabreo, de Cali, antología Línea de Encuentro de la Universidad Santiago de Cali. Xicóatl Estrella Errante, de Salzburgo, Austria y traducción al alemán.

CD de poemas. 

Libro inédito titulado “Jirones de palabras”.


Invitada: Feria Expo- erótica de Bogotá 2.003.

Feria Internacional del Libro de Bogotá. 2.006.

Feria Internacional de Poesía de Granada, Nicaragua 2.006.

Finalista VIII Festival de Arte  de Cali. 2.008.


Miembro activo de El Palabreo, Universidad Santiago de Cali y de la Fundación Plenilunio de Cali.



Uno

Muertos los troncos,

guarecen su mortaja

en las cabañas.


Dos

La gota sueña

una lágrima en vilo.

Llega el olvido.


Tres

Nacer del río

entre piedras y lianas.

Donde su muerte?


Cuatro

Odre sin vino,

añejo tu recuerdo,

soy el silencio.


Cinco

¿Serás de nuevo

playa de arena blanca?

Piensa el sunami.


Seis

Hasta el ocaso

el canario en secuestro

canta libertad.



Siete

Jabón en bombas,

en la huida deshacen

risas de niño.






Ocho

La adormidera

despertará sin bullla

las guacamayas.


Nueve

Dejo las flores

tal como están y lloro,

en su pañuelo.


Diez

En la sirena

viene el tren y el humo

no ve el paisaje.


Once

Los ruiseñores

desentonan su canto;

muere el plumaje.


Doce

Olor de camia

se derrama en mis pechos;

somos tan leves.


Trece

Yo, abeja , panal,

con miel entre mis manos  tu piel duerme


Catorce

En esta luna

para quién envejezco?

Fui siempreviva.


Quince

Busco y encuentro

de cuatro hojas el trébol

¿Dónde mi beso?





7/11/09

Carlos Vásquez – Zawadzki


(Tumaco, Colombia). Profesor Titular de la Universidad del Valle, en Cali, vinculado en la actualidad a la Facultad de Comunicación y Lenguaje de la Universidad Javeriana, en Bogotá. Estudios de Literatura en la Universidad del Valle, y de postgrado, Maestría y Doctorado, en las Universidades de Toulouse y Montaigne, Bordeaux, Francia. Periodista y editor (obras de Jorge Zalamea, Enrique Buenaventura, Tomás Quintero, Arturo Alape…); investigador en los campos crítico-literario, teatral y comunicacional-cultural. Premio de Crítica contemporánea “Manuel Cofiño”, La Habana, Cuba. Poeta, ha publicado los volúmenes Diario para Beatriz, La oreja erótica de Van Gogh, Tercer laberinto – cartografías poéticas, Liberaciones, Sol partido en la naranja, Tiresias y su cayado y otros poemas, Rotaciones y Amares. Fundador con el Maestro Enrique  Buenaventura de la Escuela de Artes Escénicas de la Universidad del Valle. Director de estudios de postgrado y de la Escuela de literatura y Decano de Cultura, en la misma institución de educación superior. Director-editor de las revistas Poligramas, Caliartes, Letras del Sur y Plumadas (virtual). Autor de los volúmenes Ensayos de teoría literaria, Trabajos poéticos, El reino de los orígenes, Estanislao Zawadzki, Cartografías culturales, País de Memoria – Diálogos con Arturo Alape y Augusto Rodin – pensar con las manos (biografía). En proceso: Baladas, De tres en tres labios, Alfabetos imaginarios, Ojos de mar (poesía); Operas primas narrativas I, Lecturas musicográficas de relatos de G. García Márquez, Evaluación múltiple de Arturo Alape  y Lecturas de ‘Los ojos del Basilisco’ de Germán Espinosa (ensayo). Trabajos suyos han sido traducidos al inglés, francés, hebreo, italiano y portugués. Intervenciones en el exterior: West Georgia University: sobre narradores y poetas colombianos; Université de Toulouse: seminario sobre literatura contemporánea colombiana; Atlanta University: sobre literatura y poder; Universidad Alberta: sobre el teatro de E. Buenaventura; Uneac y Universidad de la Habana: sobre A. Carpentier; Universidad Central, Ecuador: sobre historia y literatura colombianas contemporáneas; Université de Toulouse y Universitá di Bergamo: seminario sobre literatura colombiana del siglo XX. Participación en Congresos Jalla y Colombianistas.- Asimismo Jurado en Concursos literarios nacionales e internacionales.


TABLA


Tráeme una bujía y un papel
Rostro amado de agua dulce
Mareantes sobre restallantes playas
Te reconozco en tu nocturna claridad
Señalas caminos de aire y quemadura
Tu sexo es pulpa rosada
Nos miramos al espejo azul
Se adormece la trenza dorada
De agua tierna son mis caricias
La lluvia se desvanece
Solitario en mi decir
Desatas tu rubia trenza perfumada
Muerdes esa crujiente manzana roja
Parpadeas instantes de luz
Se transparenta el día
Viento de sal, espesuras y coral
Luz quemada, estación violenta
Al oído me hablas y descifras
Mis manos sobre tus pechos
Todo de ti, maravilloso
Esas melodías de flautas y bongoes
Cierras los ojos en sombras
Nada detenemos
Duermes a mi lado y viajas
Derramas tu roja copa de vino
¿Quién canta sobre nuestras cabezas?
Te llamo delirante en sueños agitados
Dialogamos con blancas voces
La tarde se inclina dorada

     --Acaricia mis pechos de ternura
     --Mide el tiempo con tus manos, amado
     --Olvido su rostro por momentos
     --Enamorada, apresuro mis pasos
     --Dibujo con pincel y tinta china
     --Abres mis manos, amor
     --Juegos de agua, calambures de manos
     --¿Será, me pregunto…
     --Mi cabeza sobre tu pecho de agonías
     --¿Recuerdas nuestras risas nocturnas?
     --Tus manos me escalan ritmos y melodías
     --Ecos de piel de tambores en el recuerdo
     --Tus ojos se comen lejanías y horizontes
     --Canto, salto, danzo, me palabreo
     --La polonesa de Chopin juega, se desliza
     --Tres días sin verte, amado
     --Suavidad de tus mejillas
     --En mi corazón latido y recuerdo
     --En mi respiración se agita una isla
     --Crujen, estallan los secos maderos
     --Soy agua dulce silenciosa
     --¿Navegamos, amor, hacia alta mar?
     --Con este tibio vino de Languedoc
     --¿Me escribirás amado mío?
     --Mi cuerpo es sólo pensamiento
     --Te espero en luz de luna
     --Tormenta de agua y fuego
     --Busco una palabra perdida

A mi lado dormita una deidad
Es un silente hilo de agua
Encuentra entre mis palabras
Escribe con mi mano tu ternura
Abres con tu mirada un camino
Entra por tu ventana luna creciente
Dioses del agua y la rosa
En la madrugada nacen trinos
Desnuda frente a la mar nocturna
Tu espalda de agua mar y arena
La guitarra rasga jarchas
Trae, trae la miel de tu voz
¿Muero de mi soledad?
Ave nocturna, vuelas en redondo




Te reconozco en tu nocturna claridad,
piel de deseos circulares
y libro de cantares memoriosos:
aromas
             y
                 caricias
                               de
                                     estremecimientos,
respirándonos en certezas y abismos.







Nos
miramos
al espejo azul
de
la noche estrellada:
creciente
               luna
                        balbuciente
de
bocas y sombras
se
    esconde
                  a
                     tu
                          espalda.


6/11/09

Javier Tafur


Cali 1945

Abogado, realizó estudios de Antropología en París. Ha publicado varios libros: La Luz en la Pupila, Oficios existenciales (novela) .

" Poemas", " Travesuras y Silencios" , Vara de Premios, Cuentos para Kremer, Inquilinos del sueño y Duenderías (cuentos). Ocarina (Poesía). La ardilla en el Maizal, Alúa, El Hombrecito, La Jáquima Dorada. Ha merecido mención en los Concursos de cuento de la Revista Eukóreo (Cali).

POESÍA Y ESPERANZA MÍA

Con ésta, mi inquieta, interrogada alma,
y escuchando nuestro diálogo interior,
en la buscada región de la calma,
medito y me figuro un mundo mejor.

¡Ay, Poesía!, fuerza y esperanza mía,
¿qué sería si yo no te tuviera?
¡Y cuántas veces que sin ti muriera,
pues tu me has redimido en agonía!

¡Ay! ¡Corazón! ¡Cuerpo! ¡Desolación!
¿Qué sería del calcio de mis huesos?
¿Qué sería de mi en esta prisión?

-¿Qué fuera, qué, sino fuera expiación,
sueño, vivir esos bellos momentos?
-¡Ay! poesía que das la redención.

ORFEO

Escuchando la ópera me pregunto,
¡Ay!, por la ley inexorable y severa,
que al ser vivo lo gobierna y le espera,
de amanecer, y atardecer difunto.

¡Ay, destino doloroso y funesto!
¡Ay, ley severa, dura, inexorable!
¡Ay, ser fuerza oculta, cruel e implacable!
Y el eco repite: “¡Cruel y funesto!”

Inquiero por mi poesía, ¿es posible?
¿Cuál es, pluma, la victoria del verso?
Como Orfeo, ¿tendré el poder de la lira?

Por esta sentencia el hombre delira;
rayo fugaz alumbra el universo.
Nada a su brevedad es oponible.

ALGO ASÍ

Mi alma, que es leve soplo, débil llama,
sabe sutil lo que espera de su aura:
encontrar armonía con natura,
responder al llamado que la llama,

aunque algo siempre nuevo la tortura,
y algo desconocido la reclama;
ese algo que en la tarde se derrama
y que extiende al confín la noche oscura.

Algo se abre incitante en horas bellas
y se apaga triste con las lágrimas;
un esperar así desconocido.

Algo muy extraño y eterno yo he sentido,
que tienen los vivos y las ánimas
y brilla fulgurante en las estrellas.


5/11/09

Laureano Alba


Poeta y novelista
 

Poemas

"Poemas". 1972.  

"Averiguaciones.1976.

"Poemas Eróticos". Colcultura.1978.

"Golpes de ciego". Universidad del Valle. 1984.

"Manual para violentos" .2002

"Paisaje del tiempo" 2005

"Poemas Bárbaros" En preparación.


Año 2008.

Recital de "Canción y poesía" en el Festival internacional de la cultura.

Tunja, En este Festival estaba como invitada Mercedes Sosa


Verano del 2005

Hace una gira por Europa en un recital de "Canción y poesía". Sus recitales fueron presentados en la Suiza italiana la ciudad de Lugano, luego Lucerna y Zurich. Posteriormente su poesía es conocida en Arhnem Holanda y en la ciudad de Colonia Alemania 

Julio del 2001

Su recital es presentado en la Catedral de St Joan Baptiste de la ciudad de Montreal (Canadá) haciendo parte de una serie de actos por la Paz en Colombia hechos en Londres Paris, Madrid  y Bogotá

Marzo 2000
Su poesía es presentada en  "Trinity College" (Hartford, Con). En la Universidad de Connecticut en New Haven y en la ciudad de Nueva York

1998

Es finalista del Premio nacional de Poesía del Ministerio de Cultura y su poesía es calificada como sobresaliente. En 1999 aparecen publicados tres de los poemas de su último libro "Revelaciones" traducidos al Alemán. En el año 2000, son traducidos seis relatos breves al alemán.



POEMAS BÁRBAROS


Ahora me río de los espasmos
de dinosaurio del capital

Ahora me río de los espasmos
de dinosaurio del capital y sus halagos
que me hicieron soñar con un lujoso
"Jaguar", ese descapotable,
que de tanto parecerse
a una nave espacial, me colocó tantas veces
en la órbita  de un armadillo de oro y plata
dejando a mi novia -a la que tanto debía
por darme su corazón- mirando un chispero,
pues yo daba la vida solo por mi descapotable.

Ahora sueño con rescatar a mi novia
cerca de una banca de parque para mirar
a los luceros como suelen hacer los enamorados.

Y mostrarle las estrellas que ella vio
habitando mi corazón.






Cuando la risa y la fiesta
sea un asunto de humanos

Cuando la risa y la fiesta
sea un asunto de humanos
como parece ser el oficio de la hienas
-que en sus carcajadas
nos ponen la piel como arroz-
habremos aprendido algo
de lo que son algunos de los cantos
que tiene la naturaleza.

Entonces partiremos hacia otros rumbos.
Hacía el lugar en el que habitan
huracanes y centellas
y algo iremos dejando para nuestra sabiduría.

Estaremos precisos en el lugar
de las primeras significaciones.

Diremos que es una forma de la santidad
el poder comprender todos los sonidos

Y el viento arribará hasta la cúspide,
en donde abrazaremos a todos
los que ríen y los que lloran,
como si aún fuéramos hermanos







    De la nostalgia
     
    Si quieres una verdad
    De la nostalgia,
    que eso es para las
    verdaderas
    hembras  como son las
    anacondas
    que  las verás por las
    selvas de lo que ha sido
    mi patria
    moviéndose
    entre los largos
    estambres
    del tiempo
    y así descubrirás
    el gran acierto de la
    primavera
    que está a sus
    orillas
    esperando nacimientos
     
    Allí estarás sin que el corazón
    tiemble
    Ni diga incertidumbres
   
     
    Las hembras de mi
    tierra
    siempre cantan cuando
    se les viene encima el
    cielo
     
    No es otra cosa que
    mirarlas,
    Mientras pasa el
    tiempo
    Desde hace siglos
    Y los vampiros salen
    De sus madrigueras.
     
     
     
    Camino por Ámsterdam
     
    Camino por Ámsterdam.
    Voy detrás de un lucero como si
    fuera
    Un kamikaze.
    Busco todo lo que tiene de
    maravilla
    Las bellas putas, hermosas,
    para qué negarlo,
    parecen un pañuelo de novia
    detrás de las vitrinas
    en las que se lucen
    como un bizcocho
    y yo que de niño
    me imaginaba otras cosas
    cuando se trataba de ir donde las
    putas
    pero son los tiempos hermano
    que nos deslumbran
    y los muchachos fuman
    la marihuana traída de mi
    patria
    de la Sierra Nevada
    que es cosa berraquísima
    y yo solo busco el paradero
    del filósofo Spinoza que fue un
    santo
    se jodió las manos
    brillando espejos,
    disciplinado y cauto
    como son los de su sangre
    y escribió grandes libros
    hablando sobre Dios y la
    Ética,
    que es una cosa de asombro en
    estos
    tiempos
    querido hermano.
    Nadie me da razón y yo me
    quedo
    Mirando por entre los canales
    Por los que pasan pájaros
    Que no tienen noticia de nada
    Y el tiempo es solo una miserable
    barca
    Que va dejando una estela
    Sobre el agua.
    Sin que nadie de cuenta
    de qué es lo que nos
    pasa.
     

4/11/09

Orietta Lozano











Orietta Lozano, nace en Cali, Colombia. Ocupó el cargo de Directora de la Biblioteca Municipal del Centenario en la ciudad de Cali, donde actualmente reside. Ha publicado cinco libros de poesía: “Fuego Secreto”, “Memoria de los Espejos”, “El Vampiro Esperado”, “Antología Amorosa”, “El Solar de la Esfera” una novela: “Luminar” un ensayo: “Alejandra Pizarnik” y una antología de poesía del Valle del Cauca. Obtuvo el Premio Nacional de Poesía Eduardo Cote Lamus en 1986 y el Premio al Mejor Verso Erótico convocado por la Casa de Poesía Silva (Bogotá)en 1993. Tiene una segunda novela inédita Berenice o el Brocal del Pozo. Sus poemas y tres libros inéditos de poesía: “La Máscara del agua”, “El Angel Jorobado”, “La Calle de Estaño”, “El Jardín de lo Innombrable”, han aparecido en numerosas revistas, periódicos, antologías nacionales e internacionales. En 1995 fue invitada a Francia a la XIII Biennale Internationale des Poètes. En el mismo año es invitada por la Fondation Royaumont, junto al poeta Juan Gelman -por Latinoamérica- al Seminario de Traducción de Poetas extranjeros para la traducción de su libro Agua Ebria.





AZUL CASI PÚRPURA

Es la más peligrosa forma de la gracia
penetra la redondez vacía de la nada
la grácil curva de la piedra
la hondura feroz de la caverna.
todo cae en el fulgor de su pantalla.

Coronada en la tierra trémula
se inmola en alimento
para los que reptan
vuelan y caminan
por todos aclamada
como la flor de la abundancia
recordada como la única
casi azul casi púrpura
cubierta con su túnica
larga y extraviada

Esta vez irá
Por los cofines
donde no se nombra a Dios.

Atravesará en el lomo del tritón
la inocencia la mentira el diluvio
que trae consigo
la estatura de la lluvia.

En un tiempo
solo estaba ella y su palabra,
extendiendo su mano
hacia el guijarro.

Sosiego brotando
como estruendo leve
en el jardín tibio de la tierra.

Perdida, negada
vio rodar su gracia
obligada a subir
la cuesta del olvido
aceptó vestir
su riqueza con harapos.

Burdas hordas, cínicos avaros
ejércitos voraces
arrebataron su caricia líquida
el horizonte de su lágrima
el viento que cabalga en su espalda.

Su palpitar apaga el ansia
de la gran boca de fuego
ahoga el grito destrozado
deambula en siniestros territorios.

El azahar de un día luminoso
la ha despertado
bajo el influjo del olvido.

Agua densa de la ira
irisada agua del deseo
yerta agua de la luna muerta
agua circular y vaporosa del pantano
que se fuga y se borra
entre el presagio de un cuchillo
agua oscura casi blanca
que espera entre las manos
agua del temor que se esconde
y precipita
agua de la oblicua culpa
de la memoria de la espina
agua sorda sobre el rostro
del silencio
agua ciega sobre la escritura
del espejo.

agua que lava las heridas
que repara
que abraza y configura
la forma de los cuerpos
el peso de la muerte.


LETANÍA

Por su espina dorsal

como una plaza enorme

emergen las sombras

de una multitud que duda

reverbera el cristal

de las escamas

recorre la desierta vía

de la tierra

se destierra hacia

las tempestades

de una fosa abierta.

El reloj se ha detenido

y entre la cítara del aire

clama al oído de la piedra.

Retírale el jinete

con su sombra de arlequín

la escalera donde el dolor

asciende hacia el vestíbulo

retírale la pestilencia

la lluvia de cuervos negros

que entierra lentamente

la inmensa salamandra

del desierto

arroja la higuera de su puerta

ciérrale la puerta

a su adversario atroz

retírale el espantapájaros

guardián de su jardín

donde ángeles amortajados

cuelgan dulcemente.

Las huestes del miedo

van llegando a su solar

custódiala en tu casa.

el melancólico frío

devora su pálida soledad

retírale la larga pesadilla

de alfileres rondando por su cuerpo.

tiemblan las vértebras del día

es la hora en que las águilas

se juntan

la hora en que se cierran

los ojos de la noche

el cielo rasga

la vestidura

de su amor.

Borra en la pizarra de la tierra

la palabra soledad.

Reconoce tus manos

en la luz de la libélula

en los bodes del cristal

en las pócimas dementes

en los ángulos del tiempo

viene con un candil

quiere alumbrarte

el agua está rota

y los sueños anidan

en el árbol de ciruela

sus lágrimas están rodando

entre los mirtos de tristeza

hay un ardid

que cubre sus espaldas

como una mancha de langostas

y una niña como la nieve fría

con monedas de fuego

contra las monedas de plata

apuesta por su suerte.

El mundo sucumbe hermoso

incrédulo y soberbio

la luz se apaga

y el día pierde el equilibrio.



CORAZÓN

Allí está tan sin límites

extraviado, tan sin rumbo

solitario entre la muchedumbre

perdido.

Como una ráfaga, una cortina

como una piedra,

como una ventana, una crisálida

como un derrumbe,

como un río petrificado

como un pájaro de fuego

entre cenizas,

como un remolino, un breve viento

como un alcatraz

mi corazón sin rumbo.

Inclinando su fuerza

Hacia el veloz velero.

También sin rumbo, tu hermana

la nieve melancólica

desciende por las arterias de los ríos,

a veces callado en la altura del silencio

evoca grutas, dos pájaros gemelos,

y en duermevela se fuga, se oblicua,

se encierra y tira la llave sobre la

sombra de la noche.

De dónde asciende tu gélido crujido

a qué rescoldo llega tu roja mancha

no hay espacio ni tiempo, está congelado

como la gota en la cueva de hielo.

Sin soplo, sin eco, trémulo en la fiesta

y en el duelo.


3/11/09

Ana María Gómez Penélope


Soy Ana María, y Penélope, pero también soy Analuna, Maryluna, Alucinada, Aluna... o cualquier otro nombre que me invento para explicar esta cantidad de mujeres que habitan en mí. Desde Cali hago juegos de alquimista con letras y palabras. Lectora: mi hábitat ideal es una biblioteca. Escribana: corrección de estilo, edición textos y similares. Internauta: Manejo una cantidad de blogs de otras personas y algunos míos también. La poesía es mi modo de comunicación. Gestora cultural y representante de poetas y escritores. Asisto al taller escritura Renata. Buena parte de mis textos están publicados en la red.
Mi blog La página de Penélope









NOSTALGIA

Patio del recuerdo
tierra mojada
musgo
rocío en gajos y flores.
La voz de mi abuelo
leyendo el poema.
Bruma
viento
grillos
gallos.
Mi infancia
camina descalza
en la lluvia.
La luna me sigue.
Nostalgia.



DESCUBRIMIENTO


¿Quién teje el delicado hilo
que va desde el camino hasta tus pies?
¿Cuántas estrellas caben
en la cuenca de tu mano cerrada?
¿Cuántos sueños vuelan en un suspiro?
¿Cuánto amor contiene una lágrima?
¿Es verdad que aparecen
cientos de ángeles en una sonrisa?
¿Cuántas veces en un abrazo
están el cielo y el infierno
mezclados e intactos?




SOMOS MAÍZ

Somos la vida
que se teje en el surco
bajo tierra
Somos sueños de espigas
que florecen
al arrullo del sol y el viento.

Oruga que deviene
en alimento
Grano choclo maíz mazorca

Somos maíz
vida nueva

Grano de sol
que se transforma
en la roja sangre
que corre por tus venas

Y la vida dijo:
"sea maíz"
y aparecieron los sueños
en forma de mujer y de hombre.
Somos maíz y sol y vida.








2/11/09

René Arrieta Pérez


Nació en El Carmen de Bolívar, Caribe colombiano, en 1970. Filólogo, periodista y estudiante de doctorado en Literatura Española e Hispanoamericana, Universidad de Salamanca. Ha publicado Bodegones, He olvidado su nombre, Salmos del segador de mieses, Otras Voces, Antología poética. En España ha sido antologado en los libros de poesía: El corazón de la palabra, La tierra en las entrañas, Los poetas y Dios. Miembro de la Tertulia Atril de Salamanca, y colaborador de las revistas. Álamo, El cielo de Salamanca, entre otras.  

Premio Casa de Poesía Silva (La poesía tiene la palabra) 1991, Finalista Premio Nacional de cuento Caribe, 1992, Premio de poesía Universidad de Cartagena, en dos ocasiones (1993-94), y Premio Nacional de Poesía Jorge Artel, segundo puesto, 1994.

Se ha desempeñado como profesor universitario en distintas universidades en Cartagena de Indias. Está radicado en España desde 2001.


CON MARÍA EN EL POELIEDRO


IX


Aunque  puedas rubricarlo
Con el uso de los sephirotes
Tal vez  te digas que no
Y es preciso que intentes
Escribir el verso que cuente los últimos instantes de tu vida
Ese verso ritual que analoga universos
Ese mismo verso que en cifras fatalistas
Escribió en Samos
                              Leurípides de Calamata

Ese mismo verso
                             Órfico
                                         Aciago
                                                       Absoluto
 del poeta.



ÉL, DESEOSO DE ELLA

SÓLO RECIBIRÁ REPROCHES.


El apetito sexual del guerrero
encontrará la negación del sexo
porque ella
decidió disolver los ejércitos.

Todas portarán estandartes
                                     blancos
por orden y señal de Lisístrata,
y reprocharán la guerra.

Él, soldado y amante,
guerrero y esposo,
deseará su cuerpo,
querrá embriagarse con su olor
           de violetas,
y sentir
             sensuales
 las finas sedas
que le visten el cuerpo.

Ella, soberbia
sólo esgrimirá reproches
contra él y la guerra.



NUNCA MÁS, NUNCA MÁS


En medio del fragor de las bombas
los derviches merodean los palacios de Bagdad
el estupor se adhiere a los poros
las plegarias se fragmentan como granadas

Han pasado una   y    otra    e infinitas noches

Aguanta una noche más Sherezade
Tu piel  
           tu sangre
                           tu espíritu
se renovarán con el fuego

Bagdad
            aguanta una noche más

En las húmedas orillas del Eufrates y el Tigris
Eliot se revuelca entre ajos y zafiros en el fango
y en las cornisas de una morada blanca
Edgar Alan Poe escucha un graznido
que grita nuevamente
"Never more"  "Never more"

Bagdad
             aguanta una noche más

Ni sábanas blancas
ni bolsas negras de polietileno
Los niños     mujeres    y     ancianos
que yacen en el suelo
son recogidos con las dentadas
palas retroexcavadoras
y lanzados a las volquetas
--herrumbrosas carrozas funerarias—
que atesoran montículos de muertos

Bagdad
              tal vez no te quede otra cosa
que reconciliarte con la sangre y  el fuego

Bagdad
            aguanta una noche más

En sus plácidos jarales
Omar khayyam escanciará una copa de vino
y escribirá nuevas Rubaiyat
escribirá con tristeza y desasosiego
escribirá sobre astronómicas distancias
sobre máquinas de guerra
sobre el amor y el odio
cuerpos lacerados
sangre derramada
correntosa      inocente    y         pluvial

Y allí
        en Ciudad Zader
niños que en otros tiempos
corrían sonrientes entre los palmerales
redundan con sus cuerpecitos trémulos
con miradas lejanas
galopantes en otros reinos

Los cañonazos suenan
y caen abatidos los cuerpos
 sangrantes
en la noche

Luego
 son semillas diseminadas al alba
Forzosamente se cumple un antiguo mandato
-a la tierra lo que es de ella-
En el campo de exterminio
cerca de los ríos
tal vez los cormoranes pescarán piedras preciosas

¿Y qué puede  ahora la palabra contra todo?
Contra la muerte y el hambre
la tristeza y el escombro
si están las balas segando las miradas
y el paisaje está siendo asolado por los tanques

Bagdad
             aguanta una noche más

Qué puede la palabra
cuando la mirada explora


 en yacimientos de dolor
es combustible la ira y la indignación
Y
en estos campos oficia el crudo y  refinado arte de matar

La pupila se calcina
temblorosos los labios musitan
el silencio cabalga sobre vastos territorios

Qué puede ahora la palabra
qué puede mi pluma
qué puede mi deseo
qué puede este dolor.

Bagdad
              aguanta una noche más.

René Arrieta Pérez