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9/11/09

Ana Milena Puerta



Comunicadora social caleña, con especialización en Gerencia para las Artes. Ha publicado los siguientes poemarios: Acto de Palabras (1986, Ediciones Museo Rayo), A contrapelo (1992, Ediciones Universidad del Valle), Galaxia triste (2002, Ediciones Universidad del Valle) y De parte del Amor y de la Guerra (2007, Cuadernos de Poesía, Universidad Nacional). Libro de relatos: Memorias en el Cuerpo (2007, Médicos Sin Fronteras-Bélgica).
Premios: Premio Internacional de Poesía Erótica (2000, Fundación Plexus), Primera Mención Concurso El Brasil de los Sueños (2007, IBRACO) categoría cuento.


(De parte del amor y de la guerra)


POEMA DE AMOR


Este es un poema de amor
para un almendro
que quiere ir de cabeza
por mi ventana
y recordarme
la infancia de patios con almendros
y caracoles de tierra
donde una niña degollaba hormigas
atraídas por el azúcar
de sus manos.
Este almendro salado
- que mira al mar-
reconoce
los ojitos asesinos
de una infancia verde
que ahora
tengo instalada en el sol
abrazador de sus hojas.
Como si de esos días
solamente nos separara
media hora.




BIENVENIDA

Soldados:
La guerra no terminará antes que sus cuerpos.
Pueden dar aviso a mujeres, novias y amantes
a las soñadas y a las reales,
porque no llegará a sus regazos
ni una partícula de piel intacta;
la guerra es el destino, el camino y el fin.
Y es larga,
más extensa que todos nosotros.
La guerra nos consumirá con su canto de fusiles
nos despojará de emociones
tan banales como el amor;
solitarios y en alerta siempre
serviremos a sus intereses
y volcaremos en ellos
la pasión, la rabia, el odio y el dolor.
Bienvenidos a la guerra.
Ella premiará con honores y medallas
la existencia trunca
                                de su generación.




NOTICIAS DEL FRENTE


Dijeron que era de Bazora
o de Mapiripan,
que cayó en el combate
de manera accidental.
Tenía hijos y un perro
sembró flores
cantó a sus niños en las noches
y planchó miles de veces las camisas;
hizo de la pobreza su estación,
con la miseria sonrisas
y panes tiernos en las mañanas.
Dijeron que era del Chocó
o de Bagdad
que todo fue un error militar.
Pero no lograron engañarnos:
Esa mujer tendida en su sangre
somos nosotros y no población civil
como dicen que se llamaba
como nos quieren nombrar
para sepultarnos en una cifra
en un indicador
de sus derrotas.




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